La crisis económica mundial se pudo evitar


Por: Adam Rosario
6 de septiembre de 2011

En estos últimos años hemos visto como la economía mundial se ha ido desmoronando cada día. Las empresas han disminuido sus ventas. Los gobiernos han tenido que despedir gente al igual que las empresas privadas. Los grandes inversionistas han detenido sus flujos de inversión por miedo a grandes pérdidas económicas. Los pobres se ven más apretados que antes, la clase media amenaza con desaparecer y los ricos van protegiendo todo lo que pueden. Dentro de todo este caos social y económico hemos visto que las tasas de desempleo en todos los países del Mundo han aumentado y que por consiguiente la criminalidad también. Todo esto ha hecho que se refuercen los niveles de seguridad tanto en el gobierno como en el sector privado.

Muchas personas se preguntan ¿qué pasó con el sistema económico? Muchas personas tenían fe en las grandes potencias mundiales por sus “sólidas” economías. Ahora esas personas ven cómo esas grandes potencias se tambalean al igual que los países tercermundistas. Las grandes potencias aún están lejos de llegar al nivel de los países tercermundistas pero no por eso se salvaron de que sus economías se vieran afectadas. Ahora bien otro gran número de personas se han estado preguntando que de dónde proviene todo este lío económico y por qué todos los países del Mundo se han visto involucrados. Sinceramente yo no tengo el conocimiento suficiente para decir qué fue lo que pasó pero sí puedo fantasear algunas cosas que posiblemente pudieron afectar la economía global.

Sospecho que todo esto se pudo evitar y te preguntarás, ¿cómo? Hemos visto que el problema golpeó duramente al gobierno seguido del sector privado y que quienes más se vieron afectados fueron los bancos. Ahora les voy a explicar algo básico de los presupuestos para que logren entender qué fue lo que pasó en el Mundo. Cuando hacemos un presupuesto debemos ajustarnos a él y no gastar más de lo establecido. Si tenemos unos gastos al mes de $1,000.00 lo más razonable es que nuestro ingreso sobre pase esa cifra y algo más o menos justo sería que nuestro ingreso fuese de $1,500.00. De esta manera nuestro ingreso de $1,500.00 y nuestros gastos de $1,000.00 nos dan un balance positivo de $500.00 los cual podemos usar para invertir una parte en algo que nos genere más dinero, ahorrar otra parte y disfrutarnos lo que sobre para lo que queramos. Hasta este punto todo está bien. Pero ¿qué sucede cuando nuestros gastos son de $1,500.00 y nuestros ingresos son de $1,000.00? Exacto, tenemos un balance negativo de -$500.00. En este asunto lo más básico que se debe hacer es buscar la manera de disminuir nuestros gastos para que se ajusten a nuestros ingresos. Pero si en vez de disminuir nuestros gastos buscamos la solución con un préstamo, ya sea que utilicemos la tarjeta de crédito o solicitemos un préstamo a una entidad bancaria o a un prestamista ya sea un amigo o cualquier otra persona la cosa se complica. Los préstamos te pueden dar la sensación de que te salvaste y de que lograste cuadrar tu presupuesto en ese mes o por varios meses pero va a llegar el punto en que ahora como tienes un nuevo gasto llamado préstamo y que tienes que pagar, tus gastos han aumentado de $1,500.00 a $2,000.00 al mes. Recordemos que tus ingresos eran de $1,000.00 antes del préstamo que utilizaste para “salvarte” de tus deudas temporalmente, pero ahora tus deudas son de $2,000.00 y tu ingreso sigue siendo de $1,000.00 resultado de que ahora tienes un negativo mayor en tu economía y que ahora tu balance es de -$1,000.00 al mes. Si a esto le sumas que vas a seguir buscando la manera de “salvarte” cada mes en vez de disminuir tus gastos o de buscar la manera de aumentar tus ingresos y lo pones a grande escala (millonaria) y en todos los sectores sociales, tendrás como resultado la crisis económica actual.

Lo que pasó fue que a alguien se le olvidó un punto básico en los presupuestos y que se siguió repitiendo en todos los niveles sociales gracias a las grandes campañas publicitarias de las tarjetas de crédito que incitaban al consumidor a gastar de una manera irresponsable. Pero la culpa no es totalmente de las tarjetas de créditos, también es de las personas por no educarse financiera y económicamente para saber utilizar de manera responsable sus tarjetas de crédito. Como este patrón se duplicó en todos los estratos sociales ya era demasiado tarde para frenar el asunto, aunque se vieron algunos bancos y economistas haciendo el intento y diciendo por los medios de comunicación maneras y consejos de cómo utilizar las tarjetas de crédito de manera responsable y de cómo funcionan los presupuestos. Pero ¿cómo vas a cambiar la mentalidad de una persona que le has dicho que haga una cosa y ahora le dices que no haga lo que le recomendaste cuando esa persona creyó en ti? Es difícil pero no imposible. La crisis económica al menos nos enseñó y nos sigue enseñando porque aún no se ha mermado, que los puntos básicos nos pueden sorprender si los olvidamos. El gobierno y el sector privado ha comenzado a despedir empleados pero es porque ellos están buscando la manera de reducir sus gastos nominales que son los que los afectan mes tras mes. Para ellos esa es la solución básica que tienen que seguir pero para la persona que es despedida es el comienzo de grandes dolores de cabeza si no actúa rápido y se mueve a buscar un empleo en su misma industria de conocimiento o se mueve a una industria totalmente nueva para esa persona o si decide trabajar por cuenta propia y establecer su propio negocio. Fuera de esto las alternativas son preocupantemente escasas.

Esto es una manera simple de yo explicar la crisis económica. Sabiendo que no soy un experto en la materia y de que estoy fantaseando de lo que tal vez pudo haber sucedido me permito decir que todo este lío se pudo haber evitado si no se hubiese gastado más de lo que se generaba. Algún día saldremos de la crisis económica y algún día si no aprendemos los principios básicos de los presupuestos volveremos a caer en otra crisis. Esta no es la primera crisis económica que ha afectado a la sociedad así que nos quedan muchas más por vivir, por sufrir y por recordar. Al menos todo esto nos hace ver que hay cosas más importantes que el dinero y que a pesar de todo debemos unirnos más a nuestras familias y a nuestros amigos. Que no hay mal que por bien no venga y que debemos aprender y reaprender de nuestros errores para evitarlos en el futuro.

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